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segunda-feira, 17 de outubro de 2011

Manuscritos em hebraico, árabe e aljamiado



Las bibliotecas del CSIC digitalizan sus manuscritos antiguos para facilitar su acceso a los investigadores 
  • El portal Manuscript@CSIC presenta colecciones de textos en hebreo, árabe y aljamiado 
  • El conjunto de obras abarca un amplio espacio de tiempo, con documentos que datan de los siglos XIII al XX
Las bibliotecas del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), a través de su Unidad de Recursos de Información Científica para la Investigación, han digitalizado su fondo de manuscritos en hebreo, árabe y aljamiado, la escritura en caracteres árabes de las lenguas romances del al‐Andalus tardío, para facilitar su consulta y estudio. El catálogo de documentos, que abarca obras desde el siglo XIII al XX, se encuentra disponible en el portal de internet Manuscript@CSIC.

“El objetivo principal del proyecto es ofrecer a los investigadores un acceso a estos documentos para que puedan estudiarlos y traducirlos, ya que la mayoría de los manuscritos  de la colección digitalizada está sin editar ni traducir”, explica la investigadora del CSIC Maria Teresa Ortega‐Monasterio, del Centro de Ciencias Humanas y Sociales.

Los documentos disponibles en el portal son de naturaleza muy diversa: contratos matrimoniales en hebreo, tratados de magia y sortilegios, libros religiosos o bendiciones de nacimiento, entre otros. “Entre los manuscritos que hemos digitalizado podemos destacar, por ejemplo, un tratado de agricultura árabe con ilustraciones fechado en Almería en 1348. Esta copia es la única de las tres que se conservan en todo el mundo que recoge las notas marginales del original, además, se trata del último tratado de agricultura conocido en al‐Andalus”, explica Ortega.

Pergamino y papel
En pergamino o en papel, en ocasiones con filigrana, la mayoría de los manuscritos son originarios de al‐Andalus y tienen en común la letra magrebí o hebrea sefardí. “Los documentos más importantes suelen presentar algún tipo de decoración, como ocurre con los Coranes, sobre todo al comienzo del libro o al inicio de los capítulos”, comenta la investigadora del CSIC. Las ilustraciones suelen estar realizadas mediante las técnicas de iluminación y decoración medievales, con tintas de color y dorados, formando motivos florales o geométricos.

Uno de los libros decorados es el Tafsir del Mancebo de Arévalo, un compendio de materias religiosas musulmanas datado en el siglo XVI y escrito en aljamiado, para que los moriscos aragoneses no perdieran las nociones elementales de sus prácticas religiosas. Este texto, escrito en caracteres árabes, cuenta también con una versión de audio donde el lector puede escuchar un fragmento en castellano antiguo.

Completa ficha bibliográfica 
Todos los documentos digitalizados de Manuscript@CSIC van acompañados de una completa ficha bibliográfica con más de 20 campos donde se especifica, siempre que se puede, el título, autor, año, procedencia, tipo de escritura, cuadernos, materiales empleados, decoraciones, contenidos, bibliografía y todos aquellos datos que puedan ser relevantes. “Todo lo necesario para que el visitante de la página, investigador, bibliotecario o simple lector, sepa con qué se va a encontrar cuando lo abra”, concluye Ortega‐Monasterio.

AQUI

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| Manuscritos en árabe y aljamí
Una biblioteca científica del siglo XIII en la red

Rosa M. Tristán | Madrid
Actualizado miércoles 12/10/2011 12:49 horas

Hace ocho siglos que los árabes fueron expulsados de la península, pero hay aún parte del legado cultural y científico que dejaron que aún se esconde en manuscritos pendientes de una investigación profunda. Con el objetivo de facilitar ese trabajo, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha digitalizado los manuscritos orientales que guarda en sus bibliotecas, escritos en hebreo, árabe y aljamiado, es decir, la escritura en caracteres árabes de las lenguas romances del al‐Andalus tardío, para facilitar su consulta y estudio.

En total, se han puesto en internet, en la web Manuscript@CSIC, 148 documentos, obras de entre los siglos XIII al XX que se guardan en dos biblitecas: la de la Escuela de Estudios Árabes de Granada y la de Tomás Navarro Tomás (Centro de Ciencias Humanas y Sociales).

La investigadora del CSIC Maria Teresa Ortega‐Monasterio, del Centro de Ciencias Humanas y Sociales, ha sido la responsable de este proyecto, cuyo objetivo, según explica, es que los investigadores de todo el país puedan estudiar y traducir estos manuscritos, que versan de asuntos tan dispares como tratados de magia y sortilegios, textos religiosos contratos matrimoniales o documentos agrícolas.

Ortega-Monasterio destaca el especial valor de alguno de estos documentos, como por ejemplo un tratado de agricultura árabe con ilustraciones, datado en Almería en 1348. No sólo es el último tratado agrícola que se conoce de Al-Andalus, sino que es la única copia de las tres que se conservan en el mundo en la que se pueden leer notas marginales.
Restauración de los documentos

Muchos de los manusctritos, tanto en pergamino como en papel, han tenido que ser restaurados en el Instituto de Patrimonio Cultural para que su imagen en la web sea de calidad. De hecho, algunos continúan aún en ese proceso y se irán incorporando al portal a medida que los expertos acaben el trabajo.

Casi todos los manuscritos tienen hermosas filigranas. Suelen ser ilustraciones con decoración medieval, con tintas doradas y de colores, sobre todo los Coranes, que tienen motivos florales o geométricos en cada uno de los capítulos, pero también otros textos religiosos, como el Tafsil del Mancebo de Arévalo, un texto en aljamiado del siglo XVI y en el que se recuerdan a los moriscos las prácticas religiosas musulmanas.

Ortega-Monasterio menciona que son mayoría los que proceden del siglo XIII, justo antes de que los árabes fueran expulsados. Los hebreos, sin embargo, son de los siglos XVIII y XIX, casi todos contratos matrimoniales.

En la web, los textos están catalogados y subdividos por idioma (hebreo, árabe, persa y aljamiado) y por su biblioteca de origen. Se acompañan, cuando se puede, de una ficha biliográfica con más de 20 campos: el título, autor, año, procedencia, tipo de escritura, cuadernos, materiales empleados, decoraciones, contenidos, bibliografía, etcétera.

La investigadora destaca la importancia de este acceso libre a los documentos. "Ahora muchas instituciones están digitalizando sus fondos, y es muy positivo para que puedan ser estudiados. Esperamos que haya mucha gente interesada en trabajar sobre este material", concluye.

Aqui 
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Arabismo.com
[ La web sobre la lengua árabe y el Islam ]

segunda-feira, 1 de agosto de 2011

oxalá...

Muhammad ibn ‘Abbad al-Mu’tamid



Eia, Abû Bakr, saúda os meus lares em Silves
e pergunta-lhes se, como penso,
ainda se lembram de mim.
Saúda o Palácio das Varandas
da parte de um donzel
que sente perpétua nostalgia desse alcácer.
Aí moravam guerreiros como leões,
e brancas gazelas
- em que belas selvas, em que belos covis!
À sua sombra, quantas noites passei
com mulheres de quadris opulentos
e de aparência extenuada!
Brancas e morenas
provocavam-me na alma
o efeito das espadas refulgentes
e das lanças escuras!
Quantas noites passei,
deliciado, numa volta do rio,
com uma donzela cuja pulseira
imitava a curva da corrente!
E servia-me vinho do seu olhar,
e o vinho do jarro,
e outras vezes o vinho da sua boca.
Assim passava o tempo!
Feridas pelo plectro,
as cordas do seu alaúde faziam-me estremecer,
e era como se ouvisse a melodia das espadas
nos tendões dos inimigos…
Ao despir o manto descobria o corpo,
florescente ramo de salgueiro,
como o capulho se abre
ao exibir a flor…


Muhammad ibn ‘Abbad al-Mu’tamid

quinta-feira, 14 de abril de 2011

História Luso- Árabe - historiografia



David Lopes et Pedro Azevedo: deux contrastants arabe-islamologues dans l’historiographie portugaise, Judite A. Gonçalves de Freitas, Afrontamento, 2007

AQUI

terça-feira, 12 de abril de 2011

arabismos

José Pedro Machado:

Alguns Vocábulos de Origem Árabe ( aqui )

Comentários a Alguns Arabismos do Dicionários de Nascentes ( aqui )

Curiosidades Filológicas ( aqui )

sexta-feira, 4 de março de 2011

Abd al-Malik ibn Abd Allah ibn Badrun al-Hadram - O AMOR



O amor é feito de prazer:
Então é só beijos e abraços.
Depois chega a hora de sofrer:
Palavras amargas seguem nossos passos
E nos apartamos como quem vai morrer.
Oh, se no amor não mais acreditasse
Melhor fora que a minha vida se acabasse!

Abd al-Malik ibn Abd Allah ibn Badrun al-Hadrami, Silves, (XII-XIII) 
IN: Poetas do Gharb al-Ândalus

Ficar é morrer

POIS NÃO sabes, minha amiga,
Que ficar é morrer
E que a morada do cobarde é o seu túmulo?
O perigo me dará a recompensa.
Não viste o voo das aves da noite
Por ti afugentadas? Não auguraram,
Voando pela direita, que era tempo de alegria?
Ensinaram-me a temer longas viagens,
Mas são o meio de beijar a mão de Almançor
Venha, pois, a água salobra dos desertos
Para alcançar a torrente límpida da generosidade!
Quando a minha amiga veio para o adeus
Trouxe soluços e suspiros, inimigos da coragem,
E suplicou-me: Em nome do nosso amor e em nome da paixão!
No berço ficava o nosso filho: Um menino chorando,
Que não falava, mas através do olhar
Me trespassava a alma.
Mas nem a dona de mim
Nem meu filho das entranhas
Fizeram que obedecesse.
E na ânsia da viagem
Eis que, por fim,
Eu parti.

Ibn Darraj Al Qastalli (958-1030), poeta do Al Andalz

quarta-feira, 26 de janeiro de 2011

Ibn Abdun de Évora



Aflige o Destino, depois do olhar, com marcas.
Porquê chorar agora por sombras e quimeras?

Cuidado! Tem cuidado! Nunca é demais lembrar-te:
Entre o dente a garra do leão não adormeças!

Não deixes que a vida te iluda e entorpeça,
Se o condão dos seus olhos é vigiar sem trégua.

Oh, noites! Queira Deus afastar-nos do seu ócio,
Noites que a Sorte muda, com mão traiçoeira.

O seu prazer engana: é flor que traz no seio
A víbora que ágil se atira a quem a colhe.

De tanta dinastia que Deus favorecera
O que ficou? Há rastos? Pergunta à tua memória!


IBN ABDUN DE ÉVORA
(c. 1050 - 1135)


O Extremo Ocidente Ibérico

O Extremo Ocidente Ibérico

Cláudio Torres *

Janus 1999-2000

As fronteiras geoclimáticas do Mediterrâneo, matriz das mais velhas civilizações marítimas e urbanas, são o enquadramento dos territórios e espaços onde se implantou fortemente, primeiro o Império Romano e depois o Islão. A civilização islâmica não pode ser divorciada deste seu contexto geográfico e cultural. Não podemos explicar as mutações religiosas do século VII, com a fulgurante expansão muçulmana, mencionando apenas as invasões de povos originários das Arábias e de outras orlas desérticas exteriores ao mundo civilizado das grandes cidades marítimas.

A islamização é um processo complexo que não pode ser dissociado das tradições urbanas mediterrânicas onde os sistemas religiosos e nomeadamente o cristianismo estavam nessa altura a ser sacudidos por graves cismas teológicos. A nova mística religiosa, a busca das origens, a boa nova do Corão foi assimilada e difundida no meio citadino e mercantil e não, certamente, imposta a fio de espada pelos esquadrões militares de profissionais da guerra.

Se aceitarmos estes pressupostos, já poderemos melhor enquadrar os fenómenos políticos, sociais e artísticos acalentados durante os séculos do Islão Ibérico e que definem uma civilização e um estilo próprio e irrepetível.

A história da Península Ibérica tem sido marcada tradicionalmente pela invasão das tropas de Tarik em 711 e pela mítica batalha de Guadalete, quando as hostes da cristandade, vencidas pelos sarracenos, teriam sido obrigadas a refugiar-se nas montanhas do Norte. Hoje porém, na explicação de uma tão genial estratégia e de um tão rápido e eficaz proselitismo religioso que, em meia dúzia de anos se impôs a quase toda a Península Ibérica, as investigações arqueológicas, e de um modo geral a historiografia mais recente, tendem a desvalorizar os factos militares.

Em vez de uma maciça instalação de muitos desmobilizados como colonizadores-povoadores, opta-se claramente por um fenómeno de aproximação e síntese cultural liderado – por embarcadiços, artesãos e mercadores, que aproveitaram a abertura das grandes rotas marítimas para fundar ou revitalizar um outro espírito de cidade. Em vez de cenários urbanos destruídos ou arruinados do velho Império Romano, em vez de cicatrizes deixadas pela imposição de novas formas de vida e civilização, nota-se, a partir do século IX, um processo generalizado de ressurgimento do labirinto urbano da cidade segmentada mediterrânica. Esta linha de continuidade civilizacional será apenas interrompida pela "Reconquista", quando são introduzidos nas terras do sul os primeiros corpos estranhos de uma nova formação social que, de um modo geral, catalogamos como feudalismo.

A islamização da Península Ibérica, ao contrário de uma imposição militar, resultou sobretudo de uma rápida conversão das populações citadinas mais abertas à troca de mercadorias e de ideias, tendo naturalmente acompanhado e incentivado a abertura de novas rotas e mercados com um evidente acréscimo em quantidade e variedade dos produtos e artefactos. A importação, por vezes longínqua, de tecidos, cerâmicas, armas e metais lavrados, além de alimentar novos gostos e apetites, vai também encorajar produções locais que, embora mantendo algumas referências ao modelo inicial, em breve se autonomizam, iniciando linguagens estéticas inovadoras e consolidando outros circuitos regionais.

Apesar de um relacionamento frequente entre o Oriente mediterrânico e o Al Andalus – como é referido na conhecida documentação do século XI depositada na sinagoga Genisa do Cairo – um dos maiores centros abastecedores dos mercados do Gharb parece ter sido a região de Tunis e Kairouan, na actual Tunísia, que durante os séculos IX e X recuperam a sua importância como centros religiosos e culturais. No Mediterrâneo Ocidental, o intercâmbio económico e os laços culturais eram nessa época tão intensos como nos tempos de Santo Agostinho (séc. V d.C), em que os modelos arquitectónicos e decorativos da arte cristã da velha Cartago servindo de modelo às basílicas e baptistérios da Hispânia meridional, veicularam também novas ideias, muitas vezes pouco ortodoxas, que serviram de matriz aos mais variados cismas e heresias.

Só a partir dos séculos X e XI a faixa costeira da Argélia Ocidental e as actuais cidades portuárias de Ceuta ou Tânger começam a desenvolver-se por influência de Córdova e de outras capitais do Al Andalus que em todo o Ocidente se afirmara incontestavelmente como centro polarizador. Atravessar o golfo do Algarve, ou o mar de Alboran, ligando Faro e Arzila, ou Almeria a Argel, passa a ser bem mais fácil e rápido do que viajar, por exemplo, entre Tavira e Lisboa, em cujo percurso se levantavam os mares agitados e os ventos adversos do cabo de S. Vicente.

Na Península Ibérica é notória uma sintomática coincidência entre o limite dos territórios mais romanizados, as fronteiras interiores do Al Andalus e as grandes cordilheiras montanhosas que marcam os confins setentrionais geoclimáticos do Mediterrâneo. Esta barreira natural das Serras – como os geógrafos e cronistas andaluzes chamavam à sequência montanhosa de Guadarrama, Gredos e Estrela – sempre separou as culturas mediterrânicas das civilizações do Norte, tradicionalmente ligadas aos reinos continentais de além Pireneus. Aqui, nas cumeadas que repartem as águas das bacias hidrográficas do Tejo e do Douro, passa, visivelmente bem marcada, a linha separadora dos falares do Norte dos falares do Sul, das formas e técnicas de construir e de habitar, dos hábitos e costumes ligados a mundos com raízes antropológicas e culturais distintas.

Aliás, é tão poderosa esta fronteira natural e também cultural, que as suas melhores passagens e portos de atravessamento irão constituir, cada um deles, como que a matriz geradora dos quatro novos reinos cristãos talhados a fio de espada sobre as terras do Sul. Depois da entrada do Ebro que justificou o Reino de Aragão, dos desfiladeiros da serra de Guadarrama que desembocam na meseta de Castela e da velha Via da Prata, sobre a qual se estendeu o reino de Leão, destaca-se o último e mais ocidental corredor Norte-Sul, que, sobrepondo-se também a uma importante via romana, ligava Braga a Lisboa. Uma velha ponte sobre o Mondego, no local onde as suas águas amansam e se ergue Coimbra, marcava simbolicamente o cruzamento das fronteiras do Sul e o ponto simbólico unificador do Reino de Portugal.

Continua: Aqui



711 - 2011