Las bibliotecas del CSIC digitalizan sus manuscritos antiguos para facilitar su acceso a los investigadores
- El portal Manuscript@CSIC presenta colecciones de textos en hebreo, árabe y aljamiado
- El conjunto de obras abarca un amplio espacio de tiempo, con documentos que datan de los siglos XIII al XX
Las bibliotecas del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), a través de su Unidad de Recursos de Información Científica para la Investigación, han digitalizado su fondo de manuscritos en hebreo, árabe y aljamiado, la escritura en caracteres árabes de las lenguas romances del al‐Andalus tardío, para facilitar su consulta y estudio. El catálogo de documentos, que abarca obras desde el siglo XIII al XX, se encuentra disponible en el portal de internet Manuscript@CSIC.
“El objetivo principal del proyecto es ofrecer a los investigadores un acceso a estos documentos para que puedan estudiarlos y traducirlos, ya que la mayoría de los manuscritos de la colección digitalizada está sin editar ni traducir”, explica la investigadora del CSIC Maria Teresa Ortega‐Monasterio, del Centro de Ciencias Humanas y Sociales.
Los documentos disponibles en el portal son de naturaleza muy diversa: contratos matrimoniales en hebreo, tratados de magia y sortilegios, libros religiosos o bendiciones de nacimiento, entre otros. “Entre los manuscritos que hemos digitalizado podemos destacar, por ejemplo, un tratado de agricultura árabe con ilustraciones fechado en Almería en 1348. Esta copia es la única de las tres que se conservan en todo el mundo que recoge las notas marginales del original, además, se trata del último tratado de agricultura conocido en al‐Andalus”, explica Ortega.
Pergamino y papel
En pergamino o en papel, en ocasiones con filigrana, la mayoría de los manuscritos son originarios de al‐Andalus y tienen en común la letra magrebí o hebrea sefardí. “Los documentos más importantes suelen presentar algún tipo de decoración, como ocurre con los Coranes, sobre todo al comienzo del libro o al inicio de los capítulos”, comenta la investigadora del CSIC. Las ilustraciones suelen estar realizadas mediante las técnicas de iluminación y decoración medievales, con tintas de color y dorados, formando motivos florales o geométricos.
Uno de los libros decorados es el Tafsir del Mancebo de Arévalo, un compendio de materias religiosas musulmanas datado en el siglo XVI y escrito en aljamiado, para que los moriscos aragoneses no perdieran las nociones elementales de sus prácticas religiosas. Este texto, escrito en caracteres árabes, cuenta también con una versión de audio donde el lector puede escuchar un fragmento en castellano antiguo.
Completa ficha bibliográfica
Todos los documentos digitalizados de Manuscript@CSIC van acompañados de una completa ficha bibliográfica con más de 20 campos donde se especifica, siempre que se puede, el título, autor, año, procedencia, tipo de escritura, cuadernos, materiales empleados, decoraciones, contenidos, bibliografía y todos aquellos datos que puedan ser relevantes. “Todo lo necesario para que el visitante de la página, investigador, bibliotecario o simple lector, sepa con qué se va a encontrar cuando lo abra”, concluye Ortega‐Monasterio.
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| Manuscritos en árabe y aljamí
Una biblioteca científica del siglo XIII en la red
Rosa M. Tristán | Madrid
Actualizado miércoles 12/10/2011 12:49 horas
Hace ocho siglos que los árabes fueron expulsados de la península, pero hay aún parte del legado cultural y científico que dejaron que aún se esconde en manuscritos pendientes de una investigación profunda. Con el objetivo de facilitar ese trabajo, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha digitalizado los manuscritos orientales que guarda en sus bibliotecas, escritos en hebreo, árabe y aljamiado, es decir, la escritura en caracteres árabes de las lenguas romances del al‐Andalus tardío, para facilitar su consulta y estudio.
En total, se han puesto en internet, en la web
Manuscript@CSIC, 148 documentos, obras de entre los siglos XIII al XX que se guardan en dos biblitecas: la de la Escuela de Estudios Árabes de Granada y la de Tomás Navarro Tomás (Centro de Ciencias Humanas y Sociales).
La investigadora del
CSIC Maria Teresa Ortega‐Monasterio, del Centro de Ciencias Humanas y Sociales, ha sido la responsable de este proyecto, cuyo objetivo, según explica, es que los investigadores de todo el país puedan estudiar y traducir estos manuscritos, que versan de asuntos tan dispares como tratados de magia y sortilegios, textos religiosos contratos matrimoniales o documentos agrícolas.
Ortega-Monasterio destaca el especial valor de alguno de estos documentos, como por ejemplo un tratado de agricultura árabe con ilustraciones, datado en Almería en 1348. No sólo es el último tratado agrícola que se conoce de Al-Andalus, sino que es la única copia de las tres que se conservan en el mundo en la que se pueden leer notas marginales.
Restauración de los documentos
Muchos de los manusctritos, tanto en pergamino como en papel, han tenido que ser restaurados en el Instituto de Patrimonio Cultural para que su imagen en la web sea de calidad. De hecho, algunos continúan aún en ese proceso y se irán incorporando al portal a medida que los expertos acaben el trabajo.
Casi todos los manuscritos tienen hermosas filigranas. Suelen ser ilustraciones con decoración medieval, con tintas doradas y de colores, sobre todo los Coranes, que tienen motivos florales o geométricos en cada uno de los capítulos, pero también otros textos religiosos, como el Tafsil del Mancebo de Arévalo, un texto en aljamiado del siglo XVI y en el que se recuerdan a los moriscos las prácticas religiosas musulmanas.
Ortega-Monasterio menciona que son mayoría los que proceden del siglo XIII, justo antes de que los árabes fueran expulsados. Los hebreos, sin embargo, son de los siglos XVIII y XIX, casi todos contratos matrimoniales.
En la web, los textos están catalogados y subdividos por idioma (hebreo, árabe, persa y aljamiado) y por su biblioteca de origen. Se acompañan, cuando se puede, de una ficha biliográfica con más de 20 campos: el título, autor, año, procedencia, tipo de escritura, cuadernos, materiales empleados, decoraciones, contenidos, bibliografía, etcétera.
La investigadora destaca la importancia de este acceso libre a los documentos. "Ahora muchas instituciones están digitalizando sus fondos, y es muy positivo para que puedan ser estudiados. Esperamos que haya mucha gente interesada en trabajar sobre este material", concluye.
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